domingo, 6 de diciembre de 2015

Primer día de trabajo en el extranjero y ¿ahora?


(Soundtrack: Fui a la orilla del río- Estopa)

¿Recuerdan su primer día de trabajo? (30 segundos de repaso mental)
¿Estaban emocionados?
¿Estaban nerviosos?
¿Estaban con pereza?
¿No sabían que ponerse?
¿Se dijeron "Ah, hoy voy a trabajar, yee"?
¿No se acuerdan?
¿Nunca han trabajado :O?

Haciendo memoria, mi primer día de trabajo en Perú me fue complicado, tenía miedo, todo era nuevo para mí...... ¿me fue difícil también en Barcelona?

Llegó el día del "Primer día de trabajo", tal cual me sucedía en Perú antes de irme a trabajar, me entró un poco de pereza, a pesar de la emoción. Es nomal creo en todo el mundo universal.

Gracias a Dios y mi celular Samsung Galaxy S3, pospuse la alarma 5 veces, jaja, ¡Qué éxito! (por cierto, creo que soy de las pocas que tienen Samsung, porque casi todos tienen su manzanita, su iphone).

Una de las mejores cosas de mi primer día, (y lo sigue siendo) es la ruta que hice para llegar al trabajo: 7 minutos de caminata hasta llegar al tranvía (llamado deseo..), 1 o 2 minutos de espera, 6 minutos de trayecto y 8 minutos de caminar hasta llegar. 23 minutazos de adrenalina pura.


(Mi cara de adrenalina jaja)


En Perú, me tomaba 1 minuto subir a mi lindo carro jaja, 30-40 minutos de trayecto. Casi 40 minutazos. Ya me había acostumbrado a la rutina: Veía los mismo carros, las mismas personas (el repartidor de Publimetro y su día diferente), los mismo árboles, la misma emisora:  Moda te mueve (con Carloncho ). La rutina me hacía vivir en automático.

Y aquí encontré mi 1° aprendizaje: La importancia de "decidir" romper con la rutina y la comodidad. Aquí no iba tan cómoda en el tranvía, pero disfrutaba de un bonito paisaje; no escuchaba música, sino el sonido de las calles, de la gente; disfrutaba del sol que, aún tímido, salía por las mañanas. Tuve que cruzar el charco para darme cuenta que ese "rompimiento" me hacía más vital, más motivada, y más responsable. (Y ojo, no es necesario irse tan lejos para hacerlo).

No vi las mismas personas, veía muchas y diferentes (rezo para ver a Shakira algún día por ahí). Había mucha gente que se iba a trabajar, a estudiar, a hacer turismo, eran de todas las nacionalidades, edades, tamaños y carismas (algunos más serios que otros, pero es normal ¿no? es temprano y hace su sueño).

Y llegué a estación Fluvia.

Aún no podía creer que lo que había anhelado como una lejana posibilidad estaba pasando, cada vez más cerca al trabajo. Bajé misma turista que no conoce nada y caminé. Me perdí, claro que sí. Pero llegué, 40 minutos antes de las 9am.  Asu, ¡tempranazo! Orgullosa yo.

Me recibieron muy bien, un poco sorprendidos por la hora (para que vean que los peruanos somos puntuales). Me explicaron mis actividades y empecé. La oficina es bonita, y lo mejor es que trabajo mirando unos árboles. Todo es de madera, es como si trabajara en un árbol. Y la entrada a la oficina también es motivadora y ecofriendly total.

(La entrada al trabajo, verde, verde).


(Hay muchas motos, y no son de repartidores de documentos, son de las personas que van a trabajar. Es muy común en Europa, incluso en mujeres).


Las 5 horas pasaron llenas de emoción y sorpresa (todo era nuevo).

Y llegó la hora de salida :) 2pm.
Nuevamente volví a sentir adrenalina: Sabía que regresaría por el mismo camino por el que vine. Lleno de árboles y rodeado de cielo azul. Fueron también 8 minutos que disfruté mucho (y hasta ahora lo hago, es más, he cambiado de rutas para "cambiar la rutina").


                           (Aquí mi escritorio, me traje conmigo mi tomatodo de Starbucks from Perú).

Llegué a mi casa feliz y contenta.  Aquí hallé mi 2° aprendizaje: Tenía que (volver a) disfrutar de las cosas simples de la vida; en mi caso era retomar ese hábito que "de manera automática" había perdido. Las nuevas actividades nos ayudan a retomarlo.

Como les contaba más arriba, yo tuve que cruzar el charco para darme cuenta de lo aprendido, pero quizás en Perú pude hacer también que esto suceda. Creo que era cuestión de decisión y ganas de hacerlo.

Y bueno, al final, mi primer día no fue tan difícil. Creo que trate que no fuera así.

Adeu.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Siguiente pregunta: ¿Buscas lo que realmente deseas?

(Soundtrack: "Depende"- Jarabe de Palo)

Hace 1 mes, en la inaguración del nuevo ciclo académico de ESIC, la profesora  María José Cayuela (síganla, es genial: @mcayuela) nos mostró un video de Alan Watts que me dejó reflexionando sobre lo que hacemos para ser felices. Ese video motivó este post y me hizo recordar algunos ejemplos que valen la pena compartirse.

Hace unos años, varios en verdad, cuando estaba en la academia Pitágoras preparándome para la universidad católica (PUCP), conocí a una chica singular. No recuerdo su nombre pero le pondremos Lite.

Recuerdo que todos en mi salón postulábamos a carreras como Administración, Ingeniería, Derecho, menos Lite. Ella postulaba a Literatura (de ahí su nombre). Nos causaba inquietud su carrera, pensábamos que se dedicaría a hacer cuentos y eso nos parecía aburrido y nada "rentador". Le hacíamos un bullying vocacional.

(Aquí una fotos de mi academia, me metí ahí porque estaba frente a la PUCP, y me motivaba más. Menos el cielo gris que no motivaba nada).



Lite. Lite. Lite. Varias veces le preguntábamos por qué quería estudiar esa carrera, y mil veces nos decía que era su pasión, que sabía que no ganaría mucho, pero que era lo quería. "Sería más feliz si postulara a la San Marcos, pero vamos a intentarlo en la PUCP" - nos decía mientras nos enseñaba su tatuaje en su espalda, por el hombro (como los que salieron de moda) y nos hablaba de Borges con mucha emoción.

No supe de ella por años, hasta que una amiga en común me contó que no había ingresado a la PUCP, que se había ido a la San Marcos y que era feliz. Siguió su pasión a pesar de todo y todos.

Me puse a pensar, en ese entonces, de la importancia de hacer lo que uno quiere y no lo que los demás esperan. No me imagino a Lite como estudiante Ingeniería que era lo que sus papás querían.

Y se me viene a la mente, ¿qué pasa cuándo estudias una carrera y luego de terminarla tienes en mente otra que te apasiona? ¿Te animarías a estudiarla o pensarías que ya es "tarde"? ta ta ta tammm....Pues, les cuento la historia de otra amiga que persiguió sus anhelos. De ella sí me sé el nombre: Carola.

Carola, al igual que yo,  había estudiado 5 años la carrera de Administración en una universidad privada de Lima. Le fue muy bien, hasta recuerdo que un par de veces le pedí sus apuntes de sus clases de finanzas :) Yo no entendía mucho pero ella sí. Bien empeñosa ella.

Terminó su carrera. La ejerció en buenas empresas (le pasé mi cv varias veces jaja). Pero, luego se replanteó algunas cosas en su vida profesional.

En febrero de este año (después de muchos años) nos volvimos a encontrar. Me contó de sus nuevos planes, de los nuevos rumbos que quería tomar, conversamos mucho sobre nuestras vidas y la importancia de hacer lo que a uno le gusta. Me enteré que meses después empezó a estudiar su gran pasión: Nutrición. ¡Lo hizo!

No saben lo feliz que está con su segunda carrera, por whatsapp me cuenta su emoción al estudiar los alimentos, los músculos, los nutrientes los carbohidratos, y de paso me pasa unas dietas buenísimas :) ¡Me emociona cuando me cuenta sobre sus clases!  La felicidad no podemos aplazarla y ella lo sabe muy bien.

(Aquí el día que nos encontramos, es la que está a mi izquierda. A mi derecha está Andrea. 
Fue una conversación que marcó el inicio de varias cosas ).



(Aquí en una de sus clases sobre carbohidratos. 
Feliz, luego de 1 hora y media de tráfico).


Estando aquí en Barcelona, un domingo de noviembre, con mucho frío,  me queda claro que uno debe construir sus propios caminos y caminar por el que más le guste y le haga bien. Si se tienen las ganas pues adelante. Y ¿el dinero? Pues el dinero llegará solo y poco a poco, en la medida que pongamos la mejor actitud (sino pregúntele a J.K. Rowling, de Harry Potter. ¿Vieron la película de su vida? Se las recomiendo).

Para terminar, les dejo el link del video que les hablaba al inicio, dura solo 3 minutitos:

Nombre: ¿Qué deseas?
Escrito por: Allan Watts
Link:  https://www.youtube.com/watch?v=Mbk1UPpZhvE&feature=youtu.be


Que tengan un buen inicio de semana, Adéu.


miércoles, 11 de noviembre de 2015

Mi primera entrevista de trabajo...¿soy o no soy?


Hace 1 semana recibí dos llamadas de trabajo (sí, en 1 semana, ni yo me la creía). No filtré para una (no tenía "coche") pero para la otra sí :)

Una entrevista de trabajo en nuestro país de origen es mucho más manejable porque conocemos cómo se desarrollan, qué dinámicas se hacen (personas bajo la lluvia: nunca entendí cuál era la mejor forma de dibujarla), cómo se va vestido y sobretodo sabemos cómo actuar.

Aquí en Barcelona, todo era nuevo para mí, empezando desde ¡Mi CV! (con mayúsculas).
 Aún recuerdo cuando la responsable de la bolsa de trabajo de ESIC me dijo "dices que eres innovadora, pero tu CV no muestra eso eh. Muestra tus talentos desde el diseño de tu CV". Así me lo dijo, directo a la vena. Primero me dio "roche" y luego le di toda la razón.

Entonces aquí viene mi primer aprendizaje de la vida: No descuidar los detalles de la primera impresión. Y en este caso, empieza desde mi CV, en forma y fondo. Mi CV era el clásico formato aburrido y formal. Pensé: si tengo un mismo formato desde hace mucho tiempo, quizás es momento de variar un poco para conseguir resultados diferentes, ¿no?

En google encontré diversos modelos, no saben la cantidad que hay, es cuestión de elegir el que más se adapte a tu personalidad. Yo elegí un modelo de facebook ;)


Y es que creo que los tiempos demandan cambios, y por eso, tenía que nivelarme y atreverme. Aquí, otros modelos que encontré:



¿Dónde estaba? Ah, me había quedado en que tenía una entrevista de trabajo.

Días previos a la entrevista me puse a pensar en qué diría yo cuándo me preguntarán cómo soy. No sabía muy bien qué decir, y mucho menos cómo debía actuar (es otro país), ¿soy o no soy? ¿cómo soy? ¿qué fortalezas tengo? y ¿debilidades? (si bien ya me había hecho un análisis hace 1 año, había sido "a la ligera" nomás). 

¡Y vi la luz! En esos días me tocó una clase de comunicación que me ayudó a comprender los tipos de inteligencia que existían. Yo no sabía que habían distintas clases (pensé en la inteligencia artificial, por la película, que por cierto nunca entendí).

Empezó así la clase de la luz:

Me centré en la Inteligencia Intrapersonal. Quizás varios ya lo habían escuchado, pero yo no. Es aquella inteligencia sobre el conocimiento de uno mismo.

Es importantísima para cualquier ámbito de nuestra vida. Nos ayuda a evaluar qué hacemos bien y qué no hacemos bien: ¿Qué características hacen que seas tú y no otro? En otras palabras, nos ayuda a hacer nuestro FODA personal, ni más ni menos.

Trabajando esta inteligencia pude plasmar mis fortalezas en mi CV y pude comunicarlo en mi entrevista de trabajo. Y ¡qué bien se siente cuándo sabes para qué eres bueno! Y qué tranquilidad tienes cuando eres sincero y dices que algo no sabes. (recuerdo que me preguntaron si sabía programar, jaja, "no sé"- les dije). 

Y aquí viene mi segundo gran aprendizaje: Debo darme un tiempo para conocerme, para reforzar mis fortalezas y trabajar mis debilidades. Si le he dedicado horas a hacer un FODA para un trabajo de la universidad o para un proyecto del trabajo, ¿por qué no tomarme unos minutos para hacer el mío? ¿Por qué no hacer turismo dentro de mí? ¿Por qué no hacerlo nosotros?- pensé.

Y bueno, terminó mi entrevista, muy divertida, interesante: les gustó mi CV, lo tenían impreso (se veía chévere), supe responder sinceramente sobre mis habilidades y lo mejor es que "fui yo misma"(así sea otro país, lo que la gente valora es que seas auténtica/o).

(Aquí una foto del lugar por donde pasé para entrar a la empresa)

No sé si me llamarán de nuevo, pero, todo lo que aprendí previamente a la entrevista fue genial y, desde ya, siento que gané mucho. Adéu.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Mi primera jornada outdoor en Esic....¿Qué tal?


Hace unos meses, decidí cambiar mi querido arroz con pollo por la paella y las tapas catalanas por una sencilla razón: Vivir una nueva experiencia y romper con la rutina. La excusa perfecta: estudiar lo que tanto me gusta: Marketing y Comunicaciones.

Recuerdo que aún estando en Perú me llegó un correo donde ESIC me invitaba a participar de una "jornada outdoor". Se me vinieron 2 inquietudes: ¿A qué se referían con "outdoor"? y, si era lo que yo pensaba, ¿era más de lo mismo? No me emocionó mucho.

En Lima ya había participado de varias jornadas, llámense de integración, de trabajo de equipo, etc y en verdad siempre sentí que todos hacían lo mismo. El mensaje era bueno, la organización también, pero la forma era ya "predecible. Por eso, no me animó mucho la jornada, pero tenía que ir porque formaba parte de mi master :)

Ya estando en Barcelona, llegó el gran día de la jornada, sábado 24 de octubre. Realmente fue un "gran" día.

Nos reunimos todos en una plaza que no conocía, así como a la gente que estaba ahí. Felizmente habían varias personas como yo, que no conocían a nadie y estaban pendientes de rostros amigables.

La jornada empezaba bien, con personas amigables y un buen bus. Llegamos a Sitges (una localidad a 20 min de Barcelona, con vista al mar y las montañas, genial) y entramos a una precioso hotel 5 estrellas, "Dolce Sitges" ¡Wow! (nótese mi emoción).


El desayuno fue espectacular: leche, jugos, cafés, panes, postres, frutas y lo mejor, todo en orden. Mientras disfrutábamos de los manjares, empezamos a conversar con los demás estudiantes de diversos países. Éramos 150 personas. Me sentía contenta pero aún con la expectativa de la jornada.

Pasaron 15 minutos y nos encausaron a una sala muy bonita. Y empezó la jornada con palabras de bienvenida para luego dejar al mando de la reunión a Ricard Huguet, fundador y director de Invenio, learn by doing.

Lo que hizo Ricard, fue simplemente espectacular: Utilizó el Lego como medio para desarrollar habilidades y promover el team building (trabajo en equipo). Sí, el Lego, aquello con lo que jugábamos de pequeños era ahora una herramienta que nos podía hacer mejores profesionales y personas.

Nos dividió en grupos, y no derivó a diferentes mesas para hacer un puente con Lego donde un pequeño tren pudiera pasar sin problemas. ¡Cómo nos costó hacerlo y en 20 min! 

Empezamos a trabajar en 2 sub-grupos. Cuando escuchamos que faltaban 5 minutos entramos en pánico y empezamos a hablar unos a otros. (si esto lo hubiéramos hecho al inicio nuestro puente hubiese sido perfecto).  Pero, aún así, lo logramos.





Ricard, revisó cada puente, algunos se cayeron (jaja),  otros no (era admirable). Todos estábamos muy competitivos para ese momento. Terminada esa primera tarea, nos sentamos en grupo y Ricard nos hizo una serie de preguntas que nos hicieron reflexionar.

Ricard: Cuando estuvieron construyendo su tren, ¿miraron a otros grupos?
Nosotros: Sí, claro.
Ricard: Y ¿lo estaban haciendo bien?
Nosotros: No todos, algunos lo estaban haciendo mal, los puentes no estaban sólidos.
Ricard: Y ¿por qué no les ayudaron o advirtieron eso?
Nosotros: mmm...porque estábamos compitiendo y queríamos ganar.
Ricard: Y ¿no creen que es mejor que todos ganemos?
Nosotros: Sí pero era nuestro objetivo ganar.
Ricard: Y ¿no nos conviene que todo el equipo cumpla con el objetivo? Ustedes tienen que verse como compañeros, no son competencia, son aliados. Su competencia son los que están allá afuera.

Me quedé "sin palabras" por sus palabras.


Me pregunté, ¿por qué a veces nos cuesta ayudar a otras personas? ¿No es acaso más importante el ganar-ganar? ¿No es mejor que como equipo crezcamos todos? Y si somos lideres de equipo, ¿no es importante compartir nuestros talentos y habilidades para hacer crecer a los demás? 

Finalmente, ¿no es importante que todos tengamos claro el objetivo común?

Y luego de haber formado 15 puentes de lego, Ricard nos propuso algo más retador aún: juntar los 15 puentes y hacer 1 sólo. 

¿Será posible que el tren pase sin ningún problema? ¿Será posible que las 150 personas nos pongamos de acuerdo con el orden de los puentes? ¿Será posible que tengamos 1 sólo puente consolidado? Pues, sí fue posible.



Ese momento cuando pasaba el tren a través de nuestro inmenso puente fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. ¡Lo que hace el trabajo en equipo, la comunicación y el compartir!




Regresé muy satisfecha de mi jornada, y mientras caminaba por la av. Paseo de Gracia me decía a mí misma que hubiera sido una tonta si no venía a ésta jornada, que sin lugar a dudas, no fue más de lo mismo. Fue única y diferente. 

martes, 27 de octubre de 2015

Estudiando en ESIC

Y luego de varios meses de espera, me encuentro por fin en Barcelona, lista para estudiar en ESIC.