Cuando estaba estudiando el máster (2015) salía de clases a las 10pm. Salía con ganas de conquistar el mundo (bueno, hasta ahora tengo esas ganas ☺️), salía con mucha energía uff (es normal cuando recién llegamos a un nuevo país ✈️).
La forma de venir a mi casa era a pie. Me tomaba casi 45 minutos. Me encanta caminar, por cierto.
En esos largos minutos no dejaba de admirar cada calle, cada parque, cada esquina, cada luz, todo me asombraba y me emocionaba.
A veces caminaba sola, otras con alguna amiga que también vivía cerca de mi. Es que la mayoría prefería tomar el metro o bus, era comprensible porque ya era fin del día y estábamos cansados. Era casi un milagro que alguien quiera caminar conmigo, por eso no insistía mucho :)
Disfrutaba mucho de esa caminata nocturna, sobretodo cuando tenía que pasar por Sagrada familia ⛪
Wow amigos, era una emoción indescriptible porque pasaba por ahí más o menos a las 10.30pm y ya no habían turistas y podía verla en todo su esplendor.
Pasaba y la admiraba. Me sentía muy afortunada de estar ahí.
Llegaba a casa aproximadamente 10.45pm, muy feliz, muy cansada también 😁 y con muuucha hambre.
Y bueno, así pasaban los días de clases, esa era casi mi rutina diaria.
Hoy vine nuevamente por aquí, esta vez en bicicleta y desde mi casa: los mismos sentimientos que les estaba contando afloraron nuevamente en mí: Admiración, Agradecimiento y Felicidad. Creo que nota en mi cara, ¿No?
Hace poco llegué a casa, feliz, cansada y con mucha hambre otra vez.
Buenas noches 🍂
