Hace 3 semanas disfrutamos del sol, de la frescura del mar Mediterráneo, de la arena, de la brisa.
Hace 3 semanas, todo era "normal" en nuestras vidas.
Ese día volvimos a casa contentos, con las zapatillas llenas de arena y un poco bronceados también. Pero luego todo cambió.
Todo. De a pocos, pero todo.
Ya no podíamos ir a la playa, nuestros torneos competitivos de ping pong en el parque cerca casa, se terminaron.
Nuestras compras en el supermercado, sin estrés ni prisas, se esfumaron.
Nuestras cañas (cervezas) en el bar de al frente (verlo cerrado es muy fuerte), ya no están.
Nuestros paseos en bicicleta, sin rumbo cierto, son ahora un sueño que extrañamos.
A veces despierto y siento que todo es un mal sueño. No sé si les pasa lo mismo.
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Hace 3 semanas cambiaron las cosas.
¿Si hubiéramos sabido que esa tarde sería la última de tantas la hubiéramos disfrutado más? (Y digo "última', porque ahora tenemos que esperar algunos meses más)
Entonces....
¿No es mejor aprovechar cada momento porque no sabemos cuándo lo volveremos a hacer?
La respuesta para mí es una gran Sí.
Creo que dentro de un par de meses, cuando todo se calme, cuando hayamos aprendido lecciones y superado distanciamientos, sabremos valorar más cada momento, pequeño o grande, que nos toque vivir.
Ahora nos queda ser pacientes, fuertes, tener esperanza...y quedarnos en casa ✨🙏
¿Cómo estás tú?
¿Qué extrañas hacer?
