domingo, 30 de abril de 2017

Más que unas monedas.


Soundtrack: Los caminos de la vida (Vicentico)

(Esto lo viví mientras estaba en Perú)

Hoy me pasó algo por primera vez, no sé si les habrá pasado a ustedes.

Hoy sábado por la mañana tomé un bus rumbo al centro de Lima. El bus estaba lleno, y me senté frente a un señor, serio y pensativo. Miraba a todos lados, como pendiente de todo. En fin.

Habíamos avanzado unas cuadras y me dí cuenta que me faltaban monedas para el pasaje. El chofer estaba cobrando y no sabía cómo decirle que faltaban unas monedas ( ya pueden imaginarse mi cara).
Cuando le iba a decir para bajarme porque me faltaba el dinero, el señor que estaba frente de mí, que percató mi problema, me miró y me dió el dinero que me faltaba. "Aquí tienes"- me dijo. Y no me conocía! (ya pueden imaginarse nuevamente mi cara). 


¡El bus!

Le agradecí el gesto, dos veces lo hice, pude haberlo hecho las veces necesarias para salir de mi asombro.... porque no es normal que la gente tenga ese tipo de gestos (sobretodo tan temprano!) Yo nunca lo había hecho, nunca me había pasado. Nunca hubiera imaginado que el señor serio y pensativo me podría ayudar. 

Luego de su noble acción, el señor, muy arreglado y calmado, bajó del bus. A mí me faltaban unas cuadras más para hacerlo también. 



Aquí una foto de alegría luego que el señor me ayudó. 


Me quede pensando, mirando el cielo gris de Lima, "las buenas acciones, promueven también buenas acciones y sentimientos" Entonces, si hago más buenas acciones entonces promuevo la felicidad de mi entorno. Por ende, si mi entorno está feliz, sólo querrán accionar bien, cierto? Porque las personas que se sienten bien, actúan bien, no tienen tiempo de pensar o hacer algo malo, cierto? 

Si eso lo sabemos, entonces, ¿Por qué no lo hacemos más seguido? 


¿Por qué a veces pensamos sólo en nosotros y no en los demás? 

¿Por qué no tratamos de hacer más cosas buenas por los demás, cosas de valor? 

¿Por qué no somos como el señor del bus que se desprendió de sus monedas y me ayudó? ¿Por qué no nos desprendemos de nuestro tiempo para ayudar? 

Es un buen momento para empezar quizás.


Adeú.